
La lava se derrite y penetra a través del torrente. Nacen valles y cadenas montañosas sobre mi garganta. Por cada grito sofocado, un fantasma pierde el tren a Belén.
Es un misterio saber qué hay debajo del ombligo. Los magos han dicho que ahí se encuentra la mansión de Playboy. Cada vez que alguien se acerca y le sonríe a mi vientre, sale gozosa la champaña de cosecha reciente
Por las piernas se forma un laberinto que muere en el desierto. Un explorador confirmó que la atmósfera es más delgada que en Marte. Estrías y moretones forman cráteres donde el correcaminos pasea incólume. Enterrados quedaron los mapas que señalan el glande.
Ya pasaron varios años desde la última vez que las manos tocaron el agua. Han rozado perillas, manzanas, caballos, recibos de teléfono, computadoras, piedras. Desesperadas, tocan el corazón en busca de los mantos acuíferos que escapan por mi boca cuando en invierno dejo al suspiro sobre la ventana. Nada. Se niegan a pagar el importe de mi sequía.
Amanecen las nalgas cubiertas de flores. El sol las cubre con su sonrisa mantequillosa. Desde la Nasa reportan que un cosmonauta ha recolectado pruebas de un pez muerto. Los poros le han asegurado que en el Jurásico había un río negro. Que no se ha secado todavía. Reverbera a pesar de ser fósil, envuelto por el oleaje de las sábanas de seda.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Noticias relacionadas
Publicado por Rodrigo Méndez
Escritor. 31 de agosto de 1985. Diario/Crónicas/Novelas/Cuentos
Ver todas las entradas de Rodrigo Méndez
👏👏
Me gustaMe gusta